La mejor forma de prevenir el dengue, la fiebre chikungunya y el zika es eliminar todos los criaderos de mosquitos.
Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Por eso, deben eliminarse y evitar que se acumulen, tanto en el interior de las casas como en el exterior (patio y jardín).
Si no se pueden eliminar los recipientes porque se usan permanentemente, evitemos que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores), tapándolos (tanques, cisternas, aljibes) o cambiándoles el agua y cepillándolos frecuentemente (bebederos de mascotas).
Manteniendo los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
Limpiando canaletas y desagües de lluvia de los techos.
Tapando los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.
También es importante para prevenir la picadura del mosquito:
Usar siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.
Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.
La fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito. La aplicación de insecticidas es una medida destinada a eliminar a los mosquitos adultos, pero no a los huevos y a las larvas. Su implementación debe ser evaluada por las autoridades sanitarias ya que solo se recomienda en momentos de emergencia, ante la detección de casos sospechosos, y siempre debe ser acompañada por acciones de control y eliminación de todos los recipientes que acumulan agua en las casas y espacios públicos. De lo contrario, a los pocos días, volvemos a tener mosquitos adultos.