El presunto asesino de Marisol Reartes y Luz Morena Oliva, Juan José Murúa, ya se encuentra alojado en la Unidad Penitenciaria N 8 de Villa Dolores, a la espera del juicio que comenzará el lunes en la sede de Tribunales de esta ciudad.

A pesar de que la información estaba encapsulada, guardada en el más estricto de los secretos, caratulada como “confidencial” por autoridades judiciales, del Servicio Penitenciario de Villa Dolores y de San Luis, LA OTRA MIRADA pudo confirmar que Murúa ya se encuentra alojado en el complejo carcelario de barrio La Feria.

El traslado se concretó la pasada semana, cuando miembros del Servicio Penitenciarios Provincial puntano trasladaron a Murúa desde el complejo de máxima seguridad, Pampa de las Salinas, ubicado en el paraje La Botija, donde Murúa se encuentra cumpliendo condena, a Villa Dolores.

El próximo lunes, a las 9 horas, en la Cámara del Crimen de Tribunales de Villa Dolores comenzará el juicio contra Murúa, imputado por el doble crimen de Marisol Reartes y su hija, Luz Morena Oliva.

La calificación legal del caso es “autor de homicidio calificado por el vínculo, y por mediar violencia de género” (femicidio) por Marisol R, mientras que la imputación por el crimen de la niña, que por entonces tenía 2 años, es de “homicidio simple”, ambos delitos en concurso real.

El proceso se llevará a cabo desde el lunes, hasta el viernes 21 de abril. Las audiencias se extenderán seguramente unos días más por la complejidad del mismo. Hasta el momento está previsto que declaren más de treinta testigos, pero la lista podría engrosarse en el transcurso de las dos semanas que durará el mismo.

El juicio será con jurados populares, el presidente del tribunal será Santiago Camogli, quien estará acompañado por Carlos Escudero y Facundo Gil, el abogado que representará a la familia de las víctimas será Eduardo Cúneo, mientras que el asesor legal de Murúa es Luis Castro.

Para garantizar el derecho de defensa, el abogado del imputado, solicitó oportunamente su presencialidad en el juicio.

Por el tenor de los antecedentes y la peligrosidad de Murúa, y la conmoción que causo el terrible hecho que comenzó con la desaparición de las víctimas y su posterior asesinato, este juicio adquiere una relevancia especial, y que adquiere características diferenciales con respecto a los que se realizan normalmente en la sede del palacio de calle Sarmiento de Villa Dolores.

Por ese motivo, se ha dispuesto un operativo de alta seguridad, ya que el acusado tiene el antecedente de haberse fugado del establecimiento carcelario de máxima seguridad de Pampa de las Salinas, ubicado en cercanías del paraje La Botija, a unos 210 kilómetros de la ciudad de San Luis, donde se encuentra cumpliendo una condena de 38 años y 2 meses por el femicidio de Brenda Arias, ocurrido en 2009.

Atendiendo a esas carcaterísticas, otro dato significativo que pudo confirmar LA OTRA MIRADA, es que el Tribunal que lo juzgará en Villa Dolores, juntos a las fuerzas de las Penitenciaria y Policía de Córdoba, dispusieron llevar a cabo fuertes medidas de seguridad que se desplegarán, no solo en el interior del Palacio de Tribunales, sino también en exterior y en puntos neurálgicos de la ciudad.

En la sala de audiencia, donde se desarrollará el juicio, solo podrán estar las partes intervinientes, juez, fiscal de Cámara, Secretaria de la Cámara del Crimen, abogados, el acusado, testigos y los jurados populares.

Para la ocasión, se dispuso una sala denominada “Espejo”, que funcionará en planta baja de la sede tribunalicia, y a la que podrán acceder familiares de Marisol Reartes y de Luz Oliva, la prensa acreditada y representantes de los DDHH.

La custodia del femicida de Brenda Arias, y presuntamente también de Reartes y de Luz Morena, para su traslado desde la cárcel de Villa Dolores hasta la sala de audiencia de tribunales, en ocasión del proceso judicial, estará a cargo de un equipo táctico del Servicio Penitenciario de Córdoba, que arribará desde la capital provincial.

La instrucción de esta causa, que conmocionó a Traslasierra y tuvo resonancia en Córdoba, estuvo a cargo de la fiscal de Instrucción de Primera Nominación de Villa Dolores, Lucrecia Zambrana, quien pidió la citación a juicio contra Murúa por considerarlo supuesto autor de los delitos de “Homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género –femicidio- y homicidio simple, en concurso real”, contra Marisol Rearte y contra la hija de ésta, que en aquel momento tenía dos años de edad.

Según indicó el Ministerio Público Fiscal, “el 2 de febrero de 2014 Marisol Rearte habría acordado reunirse con Juan José Murúa –con quien aproximadamente un año atrás había mantenido una relación sentimental durante varios meses y que, pese a que Murúa mantenía una relación con su hermana, Romina Rearte, aún seguía frecuentando-.

Ese día Murúa la habría pasado a buscar por Villa de las Rosas y Marisol habría dejado su domicilio junto a su hija de dos años.

En esa oportunidad, los tres se dirigieron hacia la zona del Dique La Viña, escenario también de los encuentros entre ambos con fines de mantener relaciones sexuales.

La investigación advirtió que allí y “en lugar no determinado, probablemente en las inmediaciones del murallón del Dique y mientras se encontraban a bordo del vehículo, en circunstancias no determinadas por la Instrucción pero presumiblemente tras una discusión entre Rearte y Murúa, este último -aprovechando la ausencia de personas en el lugar-, habría atacado a Marisol Rearte mediante golpes que provocaron la pérdida de sangre lesionándola gravemente, de manera tal que las mismas provocaron su muerte”.

Luego habría provocado la muerte de la menor y ocultado el cuerpo de ambas.

El cráneo de Marisol Rearte fue encontrado el 1 de noviembre de 2018, en cercanías de un domicilio en camino a Dique La Viña.