El inicio del juicio oral y público está previsto para este martes 2 de mayo y se llevará adelante en General Pico, La Pampa. 

Vicente Wollert, de actualmente 27 años, viajará desde la provincia de Santa Fe, donde vive, hasta La Pampa.

En la actualidad el joven es profesor de Educación Especial, integra la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico y se declaró “ateo” al no poder “encontrar armonía ni sintonía en la Iglesia” luego de lo que sufrió.

Jose Miguel Padilla, está radicado en San Luis, pero no forma parte de la diócesis sanluiseña, aclaró en su momento el obispo puntano Gabriel Barba. “Él tiene las licencias y restricciones ministeriales y por prudencia no se le asigna ningún oficio particular y no está ejerciendo como párroco. Todo lo que hace, por pedido mío, es dar una misa semanal en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario del Trono (Santo Domingo)”, detalló Barba.

A los 19 años, Vicente Joaquín Suarez Wollert sintió que tenía vocación religiosa. Por entonces se encontraba estudiando en La Plata, para ser asistente gerontológico y empezó a tener contacto con La Fraternidad de Belén, una congregación de Capuchinos Recoletos que fundó el cura Padilla en 1995.

En noviembre de 2015 ingresó a la congregación, ubicada en Intendente Alvear, localidad situada al norte de General Pico y cercana al límite pampeano con la provincia de Buenos Aires. A poco de entrar, según denunció en la justicia, empezó a sufrir distintas situaciones de abuso sexual de parte de Padilla, que se extendieron durante unos cinco meses, hasta que Vicente decidió dejar la congregación. Padilla le pedía por las noches que le pusiera una crema en un tobillo y esa escena era el preámbulo para los abusos: algunos ocurrieron durante unas vacaciones con los demás religiosos en San Luis. “Desde tocamientos en sus partes íntimas hasta intentos de penetración, además de amenazas, golpes y abuso psicológico”, según contó Vicente a Página 12.

Vicente destacó que Padilla se aprovechaba de sus cuadros de angustia generados por el hecho de que su padre tenía problemas de alcoholismo.

No es la única denuncia en contra de Padilla.