Desde el 1 de junio rige en Córdoba el estado de alerta ambiental por riesgo de incendios, en todo el territorio provincial.

Así lo determinó el gobernador Juan Schiaretti en el Decreto 590/23 que extiende la medida hasta el 31 de diciembre de 2023, inclusive.

Concretamente, la disposición establece la prohibición “del encendido de cualquier tipo de fuego y de toda actividad que pueda dar lugar al inicio de incendios”.

La declaración de alerta resulta de las condiciones propias de las estaciones de otoño e invierno en Córdoba y que se agravan por la situación de sequía, heladas tempranas y olas de calor recurrentes, que afectan especialmente a las zonas serranas y rurales.

Para la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil –que pertenece al Ministerio de Gobierno y Seguridad- este periodo marca también el momento de activación de acciones específicas para enfrentar las emergencias que se presenten durante los meses más críticos y con mayor riesgo de incendios.

Así, el Gobierno de la Provincia realiza un abordaje integral de la prevención y combate de los incendios forestales, centrado en tres ejes: la prevención, la profesionalización permanente de técnicos y bomberos, y la utilización de tecnología de última generación.

Claudio Vignetta, secretario de Gestión de Riego, aclaró que “en Córdoba está prohibido hacer fuego todo el año, pero a partir de la vigencia de este decreto, se corta la excepción permitida durante los meses de enero y hasta junio, en los que se autorizan quemas controladas o prescriptas”.

Ahora, la prohibición de hacer fuego alcanza a cualquier tipo de actividad, tanto pública como privada “Por ejemplo, la quema de basura, de restos de poda, la utilización de hornos de barro sin apagachispas o el uso de cualquier tipo de herramienta que genere chispa y pueda iniciar un incendio”, puntualizó el secretario.