Después de años de estar deteriorado, se revalorizó el reloj Cucú que está emplazado sobre la ruta 30, en la ciudad de Río Cuarto, donde volvió a cantar.

El área de Turismo de la ciudad revalorizó el predio donde está emplazado. Originalmente, se inauguró en el 2003 en una plazoleta de la Asociación Vecinal Quintitas Golf, autora de la iniciativa.

Por aquel año, la idea de la Vecinal fue erigir el cucú junto a una oficina de información turística y locales comerciales para promocionar productos regionales. Además de captar el interés de los automovilistas provenientes de San Luis, se colocó cartelería, a 250 metros, para derivar hacia el pequeño centro comercial a los que transitan por la ruta A005, que une la 8 con la 36.

Con el correr de los años, el reloj sufrió deficiencias de su mecanismo interno y dejó de funcionar. Ahora, el área de Turismo del Gobierno municipal lo recuperó y aseguran que se lo podrá ver cantar cada 30 minutos.

Araceli Isla, coordinadora de Turismo, dijo que en el lugar donde está emplazada la obra está planificada la construcción de una plaza con plataformas de acceso, bicicleteros, senderos con iluminación LED y un Centro de Información Turística sustentable destinado a responder preguntas y consultas de los visitantes y los propios ciudadanos.

Según publicó La Voz en 2003, la obra costó 3.500 dólares. Los materiales fueron aportados por el Rotary Club Sur y el Centro Empresario, Comercial e Industrial de Río Cuarto.

El Cucú fue inaugurado en noviembre de 2003 y su diseño y construcción contaron con la participación de Héctor Ávila, el artesano Luis Martínez y los creadores del mecanismo de funcionamiento, Manuel Navarro junto con sus hijos, Manuel y Esteban.

El ave de madera que representa al cucú tiene un peso de 14 kilos y fue fabricada con caldén pampeano, mientras que la casa fue creada con algarrobo salteño.

Con respecto a los trabajos de reconstrucción, tuvieron un plazo de ocho meses e incluyeron una revisión completa del reloj, la instalación de una puerta de ingreso, la pintura integral del ave, la casa, las hojas y los elementos decorativos, el restablecimiento del tablero de energía eléctrica, la reconstrucción del mecanismo de salida del cucú, la colocación de una nueva placa de sonido y la restauración de las agujas del reloj, entre otras tareas de mantenimiento.