La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra cada año del 1 al 7 de agosto y busca promover la lactancia materna y los beneficios que ofrece tanto para los bebés como para las madres. El lema de la semana este año 2023 es Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra la primera semana de agosto de cada año, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés) y muchos Ministerios de Sanidad y socios de la sociedad civil. La Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (World Alliance for Breastfeeding Action, WABA) es una red global de organizaciones y personas en pro de esta causa que también colabora e impulsa esta celebración.
La fecha fue proclamada oficialmente en 1992 coincidiendo con el Aniversario de la Declaración Innocenti, formulada por altos cargos de estas dos organizaciones en agosto de 1990 con el fin de proteger, promover y respaldar la lactancia materna. Sin embargo, en Europa, y también en España, por ser agosto pleno periodo vacacional, la Semana de la Lactancia Materna se celebra en octubre. Esta fecha se eligió porque, si un embarazo empezara el 1 de enero, la fecha probable del parto y el comienzo de la lactancia serían en la semana 41 del año así que se decidió trasladarla al primer domingo de octubre.
Hacer compatible la lactancia materna y el trabajo es el lema de este año
El lema de este año se concentra en la lactancia materna en el ámbito laboral, una oportunidad estratégica para defender los derechos fundamentales de las madres que desean amamantar. Se busca promover la implementación de políticas que respalden la lactancia, como el permiso de maternidad de al menos 18 semanas, idealmente extendiéndolo a más de 6 meses, y adaptaciones en el lugar de trabajo para facilitar la continuidad de la lactancia una vez que las madres regresen a sus labores. Estas son cuestiones cruciales y urgentes para garantizar que las mujeres tengan la capacidad de amamantar durante el tiempo que deseen hacerlo.
De hecho, la OPS (Organización Panamericana de la Salud) ha organizado un seminario web el 3 de agosto para apoyar la lactancia materna en el lugar de trabajo.
Sorprendentemente, más de 500 millones de mujeres trabajadoras carecen de disposiciones básicas relacionadas con la maternidad, lo que limita su capacidad para amamantar de manera adecuada. Además, muchas más mujeres no reciben el apoyo necesario cuando vuelven al trabajo tras el período de baja de maternidad.
Tan solo el 20 % de los países exigen a los empleadores que ofrezcan a las empleadas pausas remuneradas e instalaciones para la lactancia o la extracción de leche. Además, menos de la mitad de los menores de 6 meses se alimentan exclusivamente de leche materna, que es la recomendación de la OMS y UNICEF para todos los recién nacidos. En este sentido, la OMS se ha planteado el reto de aumentar la tasa de lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses hasta al menos el 50 % para 2025.
Según la WABA solo 43 países en todo el mundo han ratificado el Convenio sobre la protección de la maternidad, 2000 (Nº 183) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual establece un permiso de maternidad no inferior a 14 semanas. Aunque la mayoría de los países han incluido algún tipo de permiso de maternidad en sus leyes, existen grandes disparidades y solo 18 países cumplen o superan la norma de 18 semanas recomendada por la Recomendación 191 de la OIT.
Además, alrededor de 70 países no proporcionan el derecho a descansos para amamantar, y muchos de ellos solo permiten descansos o permisos de lactancia de seis meses, a pesar de que la lactancia materna se recomienda durante dos años o más.
En este contexto, es esencial impulsar medidas que respalden la lactancia en el entorno laboral y fomentar una cultura de apoyo hacia las madres lactantes. Al implementar políticas que protejan los derechos de la maternidad y brinden facilidades para continuar amamantando después del regreso al mundo laboral, se contribuye no solo al bienestar de las madres, sino también al óptimo desarrollo y salud de los bebés.
La lactancia materna ofrece una amplia gama de beneficios tanto para el bebé como para la madre.
Para el bebé:
- Nutrición saludable: La leche materna contiene todos los nutrientes esenciales que el bebé necesita para un crecimiento y desarrollo saludables durante los primeros meses de vida.
- Protección contra enfermedades: La leche materna contiene anticuerpos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico del bebé y a protegerlo contra diversas enfermedades e infecciones, como las respiratorias o gastrointestinales, por lo tanto disminuye la morbilidad y la mortalidad infantil.
- Menor riesgo de alergias: Los bebés amamantados tienen un menor riesgo de desarrollar alergias alimentarias y eczema en comparación con los alimentados con leche de fórmula.
- Desarrollo cognitivo: Algunos estudios sugieren que la lactancia materna está asociada con un mejor desarrollo cognitivo y un mayor coeficiente intelectual en la infancia.
- Prevención de la obesidad: Los bebés amamantados tienen un menor riesgo de desarrollar obesidad en la infancia y en la edad adulta.
- Menor riesgo de enfermedades crónicas: Se ha observado que la lactancia materna está relacionada con un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en la edad adulta, como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Para la madre:
- Recuperación posparto: La lactancia materna estimula la liberación de oxitocina, lo que ayuda al útero a contraerse y a recuperar su tamaño normal después del parto.
- Mejora la salud de la mujer: La lactancia materna se ha asociado con un menor riesgo de cáncer de mama y de ovario en las madres. Además, propicia el aumento de tiempo entre embarazos.
- Beneficios emocionales: Amamantar puede fortalecer el vínculo afectivo entre la madre y el bebé, promoviendo una mayor conexión emocional. La mayoría de las mujeres tiene un sentido de satisfacción cuando se logra la lactancia exitosa.
- Quema de calorías: La producción de leche materna requiere energía, lo que puede ayudar a algunas madres a perder peso adicional ganado durante el embarazo.
- Mayor protección contra una hemorragia posparto: La lactancia materna puede reducir el riesgo de hemorragia excesiva después del parto.
- Facilidad y ahorro económico: La leche materna está siempre disponible y no requiere preparación, lo que facilita el proceso de alimentación y ahorra dinero en la compra de fórmula y biberones.
Es importante destacar que cada experiencia es única y que algunas mujeres pueden enfrentar desafíos en la lactancia materna. En estos casos, es fundamental contar con el apoyo adecuado y la orientación de profesionales de la salud para asegurar el bienestar tanto de la madre como del bebé.