Se trata de una nueva forma de viajar, que busca impulsar la sustentabilidad y es aplicada en varias partes del mundo, hasta en Argentina. Conocé los detalles.

En la búsqueda de soluciones para enfrentar el desafío ambiental que plantea el transporte en las grandes ciudades, un cambio de paradigma irrumpió en las políticas: antes enfocadas en el uso del automóvil, ahora se transformaron hacia una visión más centrada en la movilidad sustentable, con las personas como actores principales.

Este nuevo enfoque, orientado hacia la movilidad sustentable, impulsa iniciativas como la peatonalización de las principales calles, la creación de carriles exclusivos para bicicletas y la mejora del transporte público con medidas que fomenten su acceso. Sin embargo, uno de los mayores conflictos sigue siendo la integración de los automóviles y cómo reducir sus efectos negativos en el medio ambiente.

Carpooling: qué es y cómo funciona

El carpooling es una tendencia global, que surge como la solución ante el tráfico y el cuidado del medio ambiente. Esta práctica, facilitada por plataformas digitales, conecta a conductores que tengan asientos libres en sus autos con pasajeros en busca de viajes compartidos. La fórmula es simple pero poderosa: múltiples personas comparten un mismo vehículo con un destino común.

De esta forma, se optimiza el uso de automóviles al aprovechar todos los asientos disponibles y se evita que se utilice más de un auto para viajar al mismo lugar. Esta nueva manera no solo alivia el tráfico y reduce costos, sino que también promueve una movilidad más eficiente y sostenible en las ciudades.

El contacto se produce a través de sitios gratuitos de Internet donde conductores y pasajeros publican los trayectos que quieren recorrer, con fechas y horarios. Cuando hay una coincidencia, el sistema les permite ponerse en contacto para acordar la división de costos y coordinar el viaje.

Beneficios del carpooling

La dinámica del carpooling se divide en dos roles fundamentales: el del conductor, que ofrece asientos disponibles en su vehículo, y el del pasajero, en busca de un viaje y dispuesto a compartirlo con alguien que siga su ruta. Esta forma colaborativa de movilidad no solo brinda a peatones la oportunidad de realizar viajes más cómodos, sino que también permite a los propietarios de vehículos reducir hasta un 75% los costos asociados al transporte, compartiendo gastos como combustible, peajes y estacionamiento con los pasajeros.

Además, esta brinda múltiples beneficios desde la arista económica, social y ambiental de la sustentabilidad, como:

  • Ahorrar tiempo por la reducción de tráfico.
  • Reducir la emisión de CO2.
  • Prevenir el estrés que genera manejar en hora pico.
  • Fomentar la socialización al conocer a personas nuevas que pueden incluso terminar siendo amigos.