Hace mucho tiempo que el peronismo provincial se viene consolidando dentro de la Cooperativa de provisión de Agua de Villa de Merlo como un partido político dominante dentro de una institución que, lejos de ser politizada, debería funcionar con la mayor autonomía administrativa que fuera posible, contribuyendo de esta forma, a su transparencia y honestidad a la hora de trabajar en conjunto con la comunidad y el Ejecutivo de turno, independientemente de su orientación partidaria.
Es difícil entender por qué una institución que durante tantos años funcionó bajo la observancia del gobierno provincial, hablando estrictamente de la estrecha relación de este con los distintos directivos que han ido sucediéndose, se encuentre en el estado de inoperancia y dejadez que posee actualmente y, lo más preocupante, es que intenten culpar a una gestión de Gobierno que lleva poco más de dos años y medio de ejercicio, por tan calamitoso estado funcional y estructural de nuestra asociación local.
El histórico reclamo acerca de las falencias en el abastecimiento de agua de nuestra comunidad por fin encontró respuestas y no fue gracias a un acto solemne nacido de la buena voluntad del Gobierno Provincial sino que, tristemente, llegó luego de que la insistencia del actual Intendente de la Villa, llegara a convertirse en súplicas por el bienestar de su gente.
Durante el tiempo que transcurrió hasta este día, tanto desde la administración de la Cooperativa como desde Terrazas del Protezuelo solo existió abandono.
Fueron numerosas las charlas que el Ingeniero Strelin, titular de la más que oportuna y necesaria Dirección de Gestión del Agua de nuestra Ciudad, dio en el Concejo Deliberante, explicando con alto grado de tecnicismo y evidencia empírica, el panorama que se avecinaba e intentando prevenir lo que finalmente sucedió. Todo esto ante la atenta mirada de los ediles opositores que, a pesar de haber despejado cada una de sus dudas acerca de los planes y proyectos presentados, permanecieron inertes hasta el día que todo finalmente colapsó y solo atinaron a “pedir explicaciones”, como si el problema hubiese surgido de manera espontánea o sorpresiva y desconocieran la cronología del mismo.
Como podemos discernir, la problemática más relevante que aqueja a nuestra Comunidad, es tener que luchar cada día con una forma de gobierno que exige el sometimiento de los municipios para alimentarlos de las sobras. Un injusto sistema político, que utiliza a las instituciones para golpear a sus opositores y desestabilizar sus gestiones, colaborando arduamente con el problema hasta el punto de sofocar a sus oponentes, para después erigirse como un salvador mesaico, en un abrir y cerrar de ojos, otorgando la deseada solución.
Con el reciente nombramiento de Oscar Cuello como actual presidente de la Cooperativa de Agua, se continúa con el mismo linaje político que dejó a una institución histórica merlina hecha escombros, por lo que se puede intuir, que el núcleo de administración no variaría en sus intenciones e inclinaciones partidarias a la hora de intentar evadir responsabilidades. No obstante, la imprescindible decisión desde el Ejecutivo local de nombrar como Órgano contralor a la Dirección de Gestion del Agua Municipal, le otorga la potestad de fiscalizar y monitorear la labor del ente, estableciendo un nuevo marco de control hacia el mismo y posibilitando la transparencia y eficiencia de sus acciones en pos de garantizar el acceso de las y los merlinos al recurso esencial.