La Cámara de Diputados aprobó con amplía mayoría el acuerdo con el FMI. Hubieron 202 votos a favor, 37 votos en contra y 13 abstenciones.
Mientras se debatía el acuerdo, afuera del Congreso comenzaban los incidentes, un grupo de manifestantes de izquierda comenzó a arrojar piedras y quemar neumáticos en la zona. La oficina de la ex Presidente Cristina Fernandez fue la más damnificada por los disturbios, quien luego mostró a través de un video cómo había quedado tras los incidentes.
Desde la Policía de la Ciudad de Buenos Aires aseguraron que no se colocó el vallado de seguridad por pedido del Gobierno Nacional, la intención era diferenciarse del gobierno de Mauricio Macri.
Para sorpresa de todos en el recinto se vivía un clima de tensa calma, hubo un acuerdo entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio para darle la aprobación al proyecto.
Cómo era de esperarse Máximo Kirchner votó en contra, no pisó el recinto para dar quorum y sólo se limitó a sentarse en su banca a último momento para dar su voto negativo.
Distintas voces anticiparon su rechazo, son los bloques de izquierda y los libertarios, estos últimos convencidos de que este acuerdo con el FMI, aunque evita el default, no ataca los problemas estructurales de la economía, como el excesivo gasto público. A ellos se suma Ricardo López Murphy, de Republicanos Unidos, que marcó distancia de sus socios de Juntos por el Cambio: al igual que los libertarios Javier Milei y José Luis Espert, está convencido de que el acuerdo con el FMI acarreará nuevos “impuestazos” que su electorado no soportaría.
El Legislador del Frente de Izquierda, Nicolas Del Caño, optó por negar los disturbios haciendo alusión a “no verlos” y sin embargo repudió la represión policial.