El Gobernador firmó el martes pasado el decreto de adjudicacion para la construcción del Centro de Convenciones y Exposiciones en Merlo, en el edificio donde funcionaba el ex Casino Dos Venados.
Contemplando la situación de gravedad que atraviesa nuestra ciudad en lo que respecta a la infraestructura y funcionamiento de los servicios básicos como el de energía eléctrica y, principalmente, el de suministro de agua, es que cientos de vecinos se expresaron en redes sociales manifestando su indignación ante una erogación multimillonaria por parte del Estado provincial, que lejos está de atender a las demandas urgentes de nuestra sociedad.
Poco más que inoportuno es este anuncio, considerando que detrás de las desatenciones del gobierno de Alberto Rodríguez Saá para con nuestra ciudad, existe un Municipio trabajando a contra reloj, buscando paliar las graves consecuencias ocasionadas por la inacción de instituciones locales y provinciales que han conducido a la profunda crisis hídrica que hoy nos aqueja, la cual podría haberse solucionado hace mucho tiempo si hubiera existido incluso, un poco menos de interés e inversión que los puestos por parte del Ejecutivo provincial en este nuevo monumento a la ostentación.
Las inversiones estatales deben atender a las necesidades prioritarias de la gente y esta obra no llega en un contexto en el que pueda celebrarse, sobre todo, porque visibiliza aún más que las cosas no se hacen, no por falta de dinero u otros recursos, sino por falta de ética y voluntad política.
El doble discurso del oficialismo provincial quedó en evidencia con lo sucedido el pasado 27 de octubre, cuando el Concejal de la oposición a la actual gestión municipal, Gastón Fonseca, en una entrevista brindada a un medio informativo local, cuestionó enérgicamente el proyecto de Presupuesto para el ejercicio 2023, considerando que las prioridades ponderadas por la intendencia se encontraban “disociadas de la realidad” y “erráticas con respecto a la realidad de la Villa” debido a que no se destinaba mayor cantidad de recursos para solucionar el problema hídrico, aún, cuando era consciente de la histórica inacción, en este aspecto, por parte del gobierno al que él responde. Ahora bien, este nuevo emprendimiento provincial para el edil y su bloque, parece tener toda lógica y coherencia.
El completo apoyo del justicalismo local a un hecho que genera tanto rechazo social, es muestra de que, en realidad, no es lo que se haga, sino de quien provenga, ya que sus representantes solo obedecen la “bajada de línea” y se limitan a criticar, más no a intervenir en beneficio de la comunidad, mostrándose especialmente combativos si las buenas iniciativas en favor del bienestar social, nacen desde fuera de su órbita.