El pasado jueves 1 de diciembre arribó el primer vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a la Villa de Merlo. Como es habitual en las empresas aéreas el vuelo es anunciado a la ciudad de relevancia, sin diferenciar que en realidad el Aeropuerto se encuentra dentro del éjido de otra ciudad, como en este caso Santa Rosa del Conlara.

De los pasajeros que arribaron, alrededor de 70, uno solo tenía como destino final traslasierra, el resto venían a la Villa de Merlo.

El Intendente de la Villa de Merlo, por iniciativa propia, decidió viajar desde Buenos Aires en ese vuelo, ya que significaba un logro obtenido, como pudimos saber, tras muchas reuniones al respecto.

Pese a que la mayoría de la Costa de los Comechingones resulte beneficiada, al igual que varias localidades cordobesas, la polémica no faltó en torno al tema.

La mayor disgustada por el asunto fue la Intendenta de Santa Rosa del Conlara, quien tildó de “mentirosa” a la azafata, asegurando que le mentía a los pasajeros diciendo que viajaban a Merlo.

Pese a este tipo de cuestionamientos, no solo de la mandataria, sino también de varios habitantes de la localidad vecina, se debería poner siempre el foco en el gran avance para el turismo de la zona. Por otro lado, esta oportunidad podría haber sido aprovechada, en vez de generar polémica, en explotar los atractivos de Santa Rosa, teniendo por ejemplo uno de los dos ríos del mundo, junto con el Nilo, que corren de sur a norte.

La Villa de Merlo está dentro de los 10 destinos más elegidos a nivel país, todas las localidades vecinas se han ido habitando y creciendo a medida que Merlo crecía, es un motor productivo inalcanzable, pese a los muchos esfuerzos del Gobierno Provincial de borrarnos del mapa. Quizás en vez de cuestionar la grandeza de Merlo, y la relevancia que toma en tantos asuntos, como este caso, se debería celebrar el avance enorme que ha logrado una ciudad tan relegada, y que beneficia a mucha más gente que sólo la que habita acá.