A fines de 2020, cuando tenía 12 años, ella y su madre vieron una noticia en televisión que narraba un abuso sexual infantil. No lo demostró en ese momento, pero la historia la movilizó tanto que decidió confesarle a una amiga que ella había sido víctima de una violación por parte de su tío años antes. Luego replicó esa revelación ante la psicóloga y psicopedagoga de su escuela. En unos días, la joven va a cumplir 15 años, y la semana pasada su mamá recibió la notificación judicial de la audiencia previa para que el acusado sea enviado a juicio. La adolescente le pidió que se la leyera y la mantuviera al tanto de todo. Quiere que su tío vaya preso, quiere la paz de la justicia.
El hecho ocurrió un viernes de diciembre de 2015. La víctima no pudo recordar cuál exactamente, pero por esos días de diferencia pudo tener entre 7 u 8 años. Para entonces sus padres estaban separados y su mamá la llevaba a ella y a sus dos hermanos menores a la casa de su papá.
El hombre vivía con su madre, una hermana y un hermano que había cumplido 18 años en septiembre de ese año. En Cámara Gesell, la pequeña comentó que era el tío más querido, el que siempre jugaba.
Ese día en la vivienda, ubicada en la zona de Piedra Blanca abajo de Merlo, solo estaba el imputado. La joven recordó que jugaron un rato y que luego se fueron a dormir, pero a ella su tío la despertó y la ultrajó. Cesó el abuso cuando escuchó un ruido y pensó que llegaba gente, “no le digas nada a tu papá porque me va a matar”, le habría dicho.
Desde la denuncia en diciembre de 2020 la adolescente fue entrevistada en Cámara Gesell y revisada por la pediatra forense del Poder Judicial, Patricia Ceratto. Los informes dieron cuenta de que había sido abusada. Al año siguiente ordenaron la detención de su tío, que se abstuvo de declarar ante el juez Jorge Pinto y fue trasladado al Penal con prisión preventiva.
Este martes, él y su abogado, Orlando Villegas, participaron de una audiencia de control de prueba para que la causa fuera elevada a debate oral. Fue presidida por la jueza Patricia Besso y también estuvieron presentes la fiscal provisoria 2, Débora Antonella Roy Gitto, la fiscal adjunta Lorena Ohanian, la defensora subrogante de Niñez y Adolescencia, Cecilia Macías, y la mamá de la víctima.
El imputado tiene en la actualidad 24 años y está acusado de “Abuso sexual con acceso carnal agravado por su calidad de guardador”. Roy Gitto requirió la apertura de la causa a juicio y pidió la pena de 12 años de prisión. Como pruebas pidió incorporar los informes psicológicos y psiquiátricos de la Cámara Gesell, el de revisación médica, una pericia informática al celular de la víctima, y los testimonios de la psicóloga y la psicopedagoga de la escuela que avisaron del caso, un informe del colegio, la declaración de la mamá y de los policías que intervinieron en la instrucción de la causa.
La defensa adhirió y también ofreció el testimonio de un perito médico de parte, aunque no solicitó una revisión de la prisión preventiva, por lo que su cliente volvió al Penal tras la audiencia, hasta la llegada del juicio, que podría celebrarse en 2023.
Foto archivo: Poder Judicial