Los bailarines pueden expresar, a través de los diferentes movimientos, sentimientos de alegría, angustia o ira. Este 28 de febrero se conmemora el Día Nacional del Bailarín y Bailarina en honor al artista Jorge Donn.
Este festejo fue establecido por la Legislatura Porteña, según una ordenanza agosto de 1994, en conmemoración del nacimiento del bailarín.
Desde 1992, todos los 28 de febrero en la Argentina se celebra el Día del Bailarín. La fecha recuerda el nacimiento en 1947 del bailarín, intérprete y coreógrafo argentino Jorge Donn, considerado como uno de los más grandes e icónicos de la danza del siglo XX.
El artista que revolucionó las artes contemporáneas nació en El Palomar, provincia de Buenos Aires. Estudió danza clásica con María Fux en la escuela del Colón, y con apenas 15 años se incorporó en la compañía de Maurice Béjart en Bruselas.
Muchas de las obras de Béjart fueron creadas especialmente para él: Bhakti (1968), Nijinski, clown de Dios (1971), Golestan: el jardín de las rosas (1973), Lo que el amor me dice (1974), Nuestro Fausto (1975), Leda (1978), y Adagietto (1981), entre otras.
Desde 1976, Donn fue director artístico del Ballet del Siglo XX. En 1988, formó su propia compañía: L’Europa Ballet, aunque duró poco tiempo. En 1989, fue nominado por la Fundación Konex como uno de los mejores bailarines.
Se considera que Donn ubicó a nuestro país en el mapa de las artes en movimiento y abrió el camino a otros artistas como Julio Bocca, Maximiliano Guerra y Paloma Herrera. Bailó con Maya Plisetkaya, una de las máximas bailarinas de ballet ruso del Teatro Bolshói y participó de la película Los Unos y los Otros (1981) de Claude Lelouch.
Su última presentación en un escenario fue en 1986, en el Palacio de Deportes de la Comunidad en Madrid, donde hizo el Bolero y un fragmento de Diva, en el marco del Festival de otoño. Jorge Donn falleció el 30 de noviembre de 1992 en Lausana, Suiza a causa de complicaciones relacionadas con el sida.