La tarde del jueves hubo cinco allanamientos en domicilios de Tilisarao como parte de la causa que investiga el homicidio del veterinario Eduardo “Teddy” Ashworth y que tiene detenido a uno de sus hijos como único sospechoso.

Las requisas terminaron con el secuestro de cuatro teléfonos y un arma que estaba en la casa de la madre de Pablo Ashworth, quien es usuario registrado y, según trascendidos, tiene varias armas asentadas a su nombre. Los aparatos serán peritados por el Departamento de Delitos Complejos del Poder Judicial.

Las requisas fueron simultáneas y comenzaron pasadas las 18:30, con intervención del Departamento Homicidios de Concarán, agentes de la Dirección de Investigaciones de Concarán y Merlo, y de la Comisaría Distrito 23° de Tilisarao.

Los investigadores revisaron la casa del sospechoso en la manzana 152 del barrio 139 Viviendas; su veterinaria, El Aromo, en calle Belgrano entre Raúl B. Díaz y 25 de mayo; la casa de su madre, Susana Posincovich, en calle Raúl B. Díaz; la de su suegra, Elena Ortiz, en avenida Córdoba, y la de su cuñada, Solange Pinto, sobre calle Chacabuco.

El objetivo era obtener sus dispositivos móviles para conocer posibles comunicaciones con el detenido y entre ellas luego de ocurrido el crimen. En la casa de Posincovich, en una cómoda de una habitación, la Policía encontró un revólver calibre 32 con cinco proyectiles en el tambor (solo faltaba uno), que investigarán a nombre de quién está.

Un dato no menor es que la fiscalía aún no contaba con los resultados finales de la autopsia y, por ende, todavía no estaría establecida la causa de muerte ni tampoco si la víctima, además de haber sido afectada por el fuego, recibió un disparo.

En la audiencia de formulación de cargos de este jueves, la fiscal adjunta Lorena Ohanian presentó como hipótesis, basándose en dichos de la pareja de Pablo Ashworth, que a “Teddy” le habrían disparado antes de prenderle fuego.

Ayer, temprano, en declaraciones radiales, Daniel Flores, abogado defensor del detenido, remarcó que aún no hay incorporadas al expediente pruebas que den indicios de que su cliente disparó un arma, de que estuvo en la escena del crimen al momento del hecho y que ni siquiera está acreditada la identidad de los restos hallados dentro de la camioneta de “Teddy”.

Según informes de las primeras actuaciones policiales, María José Pinto, pareja de Pablo, comentó que este le dijo, la tarde del martes: “Le metí un tiro a papá y lo maté”. Y que fue ella quien, con base en eso que le comentó, fue a buscar a la víctima a su campo en cercanías de San Pablo y halló el vehículo en llamas.

Flores, quien trabaja para reunir pruebas que beneficien a su defendido en los ocho días de prórroga que solicitó anteayer, relativizó ese comentario y dijo que son necesarias las declaraciones en sede judicial primero.

Fuente: ED