A los 15 años, ya es la nueva promesa de la danza argentina: la joven bailarina de la provincia de Santa Fe debutó en Alemania como la “Julieta” más joven de la historia en la coreografía del gran John Neumeier, que cumple 50 años al frente del Ballet de Hamburgo.

La televisión alemana anunció en su noticiero que las celebraciones por el gran aniversario del Ballet de Hamburgo comenzaron con Romeo y Julieta. “Con estrellas muy jóvenes”, destacó el presentador, más de una vez.

La obra sobre la célebre novela de William Shakespeare se vio en versión de John Neumeier, quien después de cincuenta años comenzó a cerrar su largo capítulo al frente de una de las compañías de danza más prestigiosas de Europa.

Sin embargo, la noticia, lo que verdaderamente se convirtió en un suceso cuando se abrió el telón, fue la mujercita que encarna a la enamorada de Verona: ella dejó una marca como la bailarina más chica de la historia en este rol. Tiene solo 15 años. Y es argentina.

Azul Ardizzone tuvo su pasión de su niñez y los primeros pasos los hizo en su localidad, luego las mismas ansias fueron haciendo que valla buscando otros destinos y Azul buscó perfeccionarse en Buenos Aires con la danza clásica demostrando cada vez más ese visto bueno que le otorgaron en Buenos Aires.

A sus cortos 15 años, Azul Ardizzone ya ha dejado una marca en el mundo de la danza. Como alumna destacada del 6to año de la prestigiosa Escuela del Hamburg Ballet en Alemania, ha perfeccionado su técnica y ha sido reconocida por su talento innato. Pero lo más destacado es que el director de la compañía, John Neimeier, vio en Azul el potencial para asumir el desafiante papel de Julieta en el Hamburg Ballet, uno de los roles más emblemáticos y demandantes en el mundo de la danza clásica.

La elección de Azul Ardizzone como protagonista en la compañía del Hamburg Ballet es un testimonio de su dedicación, pasión y disciplina en el arte del ballet. Su destreza técnica y su gracia en el escenario la han convertido en una figura destacada en el panorama de la danza, y ha sido reconocida por su habilidad para transmitir emociones y contar historias a través de su danza.

La joven talentosa se ha convertido en un ejemplo inspirador para otros jóvenes artistas, demostrando que el trabajo duro, la dedicación y la perseverancia pueden abrir puertas inimaginables. Su trayectoria en el Hamburg Ballet es solo el comienzo de una prometedora carrera, y seguramente seguiremos viendo su nombre brillar en los escenarios internacionales.